La carrera de Mathilde Laurent
Mathilde Laurent nació en 1970 en Neuilly sur Seine, Francia. Comenzó con la obtención de un DEUG científico antes de incorporarse al Institut Supérieur International du Parfum (ISIPCA) en Versalles en 1992. Proveniente de una familia donde todos estudiaron Bellas Artes, su vocación fue muy bien recibida. Entonces, ella hizo el encuentro más significativo de su vida. Una noche, cuando teníamos unas vacaciones escolares, a las que Jean-Paul Guerlain había asistido, me explica, silbé en una copa de champán para darme valor y le pedí que me llevara a hacer unas prácticas. Así fue como integró la casa Guerlain unos meses más tarde. Se quedó en Guerlain, à París, de 1994 a 2005 y dejó esta marca para unirse a Cartier. Desde entonces, ha sido la nariz oficial de esta marca y sus creaciones le han valido múltiples premios. Además, ganó el Premio Especialista y el Premio Perfumista en el Grand Prix du Parfum en 2010 por la fragancia Treizième Heure. Del mismo modo, su perfume Dédédétédététététététététététédétédétée;détée;tée;tétée;s;s
La extraordinaria sensibilidad de Mathilde Laurent
Mathilde Laurent es una joven con un temperamento que sus compañeros describen como rebelde y sensible. Edmond Rostand dice de ™elle que ™elle es una apertura al mundo, un campo de posibilidades, un libro, una enciclopedia! Ella es una de las que rechazan todos los productos que son demasiado comercializados y estandarizados. Odia la visión arquetípica típica de la perfumería moderna y fomenta la expresión de una creatividad ilimitada. Su inspiración viene más a menudo de su infancia y más particularmente del jardín de su abuelo en Córcega. Así, le encanta la leche de higo por encima de todo, no especialmente porque su olor ya no sea por la historia que le evoca. Mathilde Laurent también odia las descripciones olfativas. Ella los prefiere con mucho el escenario en el que se originó la creación de los perfumes. Así, cada uno de sus zumos se carga con uno solo.
En otras palabras, Mathilde Laurent es toda una mujer, una artista sobre todo, que parece guiada por sus instintos. Se encuentra así plenamente en una de las famosas frases de Proust: "Un delicioso placer me había invadido, aislado, sin la noción de su causa[…]. Esta esencia no estaba en mí, estaba en mí.