Albaricoque, una fruta que conocemos bien
El albaricoquero proviene de un pequeño árbol llamado albaricoquero y pertenece a la familia de las rosáceas. Su nombre científico es prunus armeniaca, ciruela de Armenia. Esta fruta de hueso es originaria de China, donde se cultiva desde hace más de 2000 años. Dada su antigua cultura, es difícil determinar su origen exacto. La introducción de los albaricoqueros en Oriente Medio tuvo lugar a través de Irán y Armenia, alrededor del primer siglo de nuestra era. Fue en este momento cuando los griegos y los romanos se dieron cuenta de este fruto. En Francia, los albaricoques se introducen por dos vías. Por un lado, llegó de Italia a través del Valle del Loira gracias al rey René d'Anjou, que heredó el reino de Nápoles en 1435, trayendo esta fruta italiana a su región natal. Éste tomó el nombre de albaricoquero en 1560, y también nos llegó de España por el Rosellón cuando Narbona fue ocupada por los sarracenos en 715, y luego cuando el Rosellón fue unido a la corona francesa en 1659. Hoy en día, Turquía sigue siendo el principal productor de albaricoques. Sin embargo, Francia es el segundo productor de la Unión Europea, por delante de España y Grecia. La cosecha de albaricoque comienza en junio y continúa hasta agosto. En la actualidad, es un producto de gran consumo gastronómico. Sin embargo, China lo asocia con virtudes terapéuticas, prescribiéndolo tradicionalmente contra la tos y el estreñimiento.
El olor afrutado de los sabores a base de albaricoque
En cuanto a la perfumería, dos partes son muy distintas en el fruto del albaricoque: su hueso y su pulpa. El hueso de albaricoque permite obtener un aceite. Sin embargo, no tiene el mismo olor que el albaricoque, que conocemos bien. Es por ello que los perfumistas prefieren obtener el aroma de su propia pulpa. Sin embargo, no se puede extraer. Por eso se reconstituye completamente en el laboratorio utilizando moléculas sintéticas. El albaricoque aporta un toque afrutado y aterciopelado a los sabores que lo contienen, dejando también un aroma con acentos ligeramente modificados o confitados. El núcleo, por otro lado, es más comúnmente usado en cosméticos. Permite la producción de un aceite con propiedades nutricionales y emolientes.
Si a Cacharel le gustan especialmente los albaricoques, por ejemplo, integrándolos en Amor Amor Amor In a Flash o Amor Sunshine, debe saber que esta fruta también está presente en el icónico Ángel de Thierry Mugler, Azzura de Azzaro o Burberry Women de Burberry.
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