Café
Café, fragancias irresistibles
Al pasar por una cafetería que tuesta sus propios granos, emite aromas potentes y sobre todo irresistibles. La fragancia del café es redonda, dulce y chocolatada. Su olor a veces se parece al del tabaco, pero es mucho más codicioso. El café aporta una nota picante a las composiciones, pero es sobre todo un excelente fijador que profundiza los aromas superiores de las notas volátiles. Yves Saint Laurent fue el primero en querer explotar la nota de café con tal concentración en una fragancia femenina «Black Opium» (y Black Opium Nuit Blanche). Aquí, el café se encuentra en la nota de cabeza, acompañado de la pera y las bayas de rosa. El corazón incluye jazmín y azahar. En el fondo se mezclan notas orientales (vainilla) y leñosas (cedro, pachulí). El resultado es una inyección de adrenalina excepcional… «Black Opium» es un perfume para mujeres traviesas, incluso rebeldes, que se liberan de los códigos para vivir su vida al máximo.
Café y otras familias olfativas
El café va bien con notas florales, leñosas, de chypre o incluso de cuero. Una atrevida composición «CK Free» de Calvin Klein, demuestra que el café se puede combinar con notas improbables. En esta fragancia masculina, el café se coloca en una nota de corazón con hoja de tabaco. El rastro aromático verde y leñoso (ajenjo, pachulí, enebro) aporta a este perfume un deseo de libertad. El café también se encuentra en los sabores orientales. Allí, ofrece estas notas gourmet, pero elegantes. Como en el perfume «Noir Exquis» de Artisan Parfumeur, donde el café está siempre en una nota de corazón, acompañado de azahar y jarabe de arce. La base trae un sendero ámbar y cálido gracias a la vainilla y al haba tonka. «Noir Exquis» es como una cita con un café gourmet.
El café, una bebida muy utilizada por los franceses, ahora ofrece sus aromas a la perfumería. Después del éxito de «Black Opium», los creadores se dejaron tentar y exploraron este increíble ingrediente. El café se encuentra ahora en composiciones florales, leñosas, quípricas, orientales e incluso aromáticas. El café confirma el fuerte vínculo entre el sabor y el olfato… Un ingrediente de elección y chic.