perfumes hechos con Cereza

 

La historia de la cereza

La cereza es una fruta comestible que crece en los cerezos. Es una drupa, es decir, un fruto de hueso carnoso, de forma esférica y de color rojo más o menos oscuro según su madurez. Si su fruto crece en verano, va precedido de elegantes florcitas blancas o rosadas que son, por su parte, sinónimo de primavera. El cerezo está presente en Europa desde el Neolítico. Esto lo atestiguan numerosos descubrimientos arqueológicos. En otras palabras, siempre ha formado parte de nuestra historia. Su cultura, sin embargo, se remonta al siglo IV a.C. y se han encontrado rastros de esta última en Asia Menor. Entonces, el cultivo de cerezas se habría extendido a los griegos y luego a los romanos. Este habría sido traído de Cerasus du Pont a Roma por Lucullus. Del mismo modo, era una fruta muy presente en la Edad Media y este delicado y dulce ingrediente se vendía en múltiples puestos. Sin embargo, es realmente a Luis XV, a quien le gustaban especialmente las cerezas, a quien se debe el cultivo intensivo de este cultivo. Generalmente, las cerezas se cosechan desde finales de mayo hasta mediados de agosto. En Francia, el primer departamento de producción de esta pequeña fruta es el Vaucluse. Sólo él abastece a tres cuartas partes de la producción francesa de cerezas destinadas a la transformación y al 25% de las cerezas de mesa. Mientras que las cerezas son muy apreciadas en la comida, ya sea en mermeladas, pasteles, bebidas o simplemente para comer, también son conocidas por sus muchos beneficios para la salud. De hecho, son ricos en vitaminas C y B3 y también son laxantes. Asimismo, contienen de forma natural pectina, que es muy útil para la elaboración de mermeladas. El potasio contenido en las cerezas les confiere propiedades diuréticas. Por último, contrariamente a su reputación, el contenido calórico de las cerezas sigue siendo razonable.

Cereza en perfumería

Múltiples variedades de cerezas son utilizadas como fuente de inspiración para crear sabores. Por otro lado, es imposible obtener un aceite esencial directamente de su pulpa. Por lo tanto, su fragancia se reproduce en el laboratorio mediante una combinación de diferentes moléculas sintéticas. En este caso, el benzaldehído permite reproducir la nota ligeramente modificada de su anillo. Del mismo modo, se pueden distinguir dos tipos de aromas: el de la fruta y el del cerezo en flor. Las flores de cerezo también son muy comunes en los zumos de las mujeres. Además, esta flor es sagrada en Japón y la floración de los cerezos evoca una fuerte tradición que se puede encontrar en muchas de las evocadoras fragancias del país.

Por otra parte, hay que señalar que, si bien el cerezo está muy a menudo presente como nota de fondo en perfumes como La Petite Robe Noire de Guerlain, también se destaca a menudo. Por lo tanto, varias fragancias están enteramente dedicadas a ello. Este es el caso de Cherry Fantasy de Nina Ricci, Cherry Blossom Fruity de Guerlain, Cherry in Bloom de Fragonard o Cherry In The Air de Escada.

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